Sociedad | Mi Mundo Silencioso, Mi Voz Resonante: Llamado a la conciencia en el Día Nacional de las Personas Sordas
Hoy, 19 de septiembre, en el Día Nacional de las Personas Sordas en Argentina, quiero abrir un pequeño portal a mi mundo. Soy Joche, y sí, soy sordo. Lo digo con la misma naturalidad con la que digo mi nombre, porque es una parte de mí, no una condena ni una vergüenza. Aunque, debo admitir, la sociedad a veces se empeña en que lo sienta así.

por José Alfredo Cantero
joseacantero@gmail.com
para Laprida Noticias
Mi vida transcurre en un silencio particular, uno que me ha enseñado a observar, a sentir y a comunicarme de maneras que quizás muchos no imaginan. Pero este silencio, que para mí es cotidiano, a menudo se choca con el ruido de la incomprensión y la impaciencia.
¿Cuántas veces me han hablado dándome la espalda, o con la boca tapada, o a los gritos, creyendo que así “escucharé” mejor? ¿Cuántas veces una conversación grupal se convierte en un murmullo inalcanzable, dejándome al margen, como un espectador silencioso de mi propia vida social?
La marginación, a veces sutil, a veces hiriente, es una realidad para muchos de nosotros. No es por maldad, lo sé, sino por desconocimiento, por esa falta de “saber tratar”.

No pido lástima, pido empatía. Pido que, antes de asumir, se pregunten: “¿Cómo puedo hacer para que Joche me entienda?” Un poco de paciencia, una mirada a los ojos, la disposición a repetir una frase o a escribirla, pueden abrir puentes que derriban barreras. No es tan difícil como parece.
Me he topado con burlas, con miradas de extrañeza, con esa sensación de ser “el diferente”. Pero déjenme decirles algo con la fuerza de quien ha aprendido a valorarse en su propia piel: soy sordo, y no me avergüenzo. No hay nada de qué avergonzarse en ser quien uno es. Y aunque algunos lo intenten, no lograrán que sienta lo contrario.
Este Día Nacional de las Personas Sordas no es solo para nosotros. Es para todos. Es una invitación a la reflexión, a la apertura, a la inclusión genuina. Es una oportunidad para que cada uno de ustedes se pregunte: ¿Estoy construyendo puentes o levantando muros?
Mi voz, aunque no suene como la tuya, resuena con la misma fuerza. Y hoy, a través de estas palabras, espero que llegue a cada corazón, para que juntos, hagamos de este un mundo más comprensivo y accesible para todos.
Si padeces sordera, esto también está escrito en tu nombre. En este Dia Nacional, al menos, necesitamos que quienes oyen, nos escuchen.
