Economía | El Nacimiento de la Bestia
Por Matías Mittelbach
Profesor en Economía UBA
Es una situación imposible de frenar puesto que el universo tiende a la mayor entropía y esto es una ley termodinámica.
Y las cosas están y han estado tan mal en Argentina; y la consecuencia de todos los desbarajustes políticos ha sido la aparición del fenómeno Javier Milei.
Milei aparece como corolario del desmanejo holgado de la política peronista de estos últimos cuatro años. Pero el problema es de larga data, el último gobierno de los Fernández ha servido únicamente de disparador de este fenómeno.
Los argentinos, que hemos experimentado una suerte de vejación socioeconómica por parte del gobierno de turno, nos hemos cegado a tal punto que hemos perdido la confianza y la fe en aquellos en los que hemos depositado el poder de decidir sobre nuestro destino. Descreemos total y absolutamente de los políticos, sin importar su credo o su origen. Los políticos en argentina son sinónimo de “mala palabra”. Y esto se ha regado como reguero de pólvora por todos los estratos de la sociedad, es por ello que Javier Milei, surge en medio de una convulsión social, desde el desánimo, el enojo, la venganza y la injusticia "para cambiar las cosas". No importa si Patricia Bullrich le ha ganado a Larreta, no importa si Massa es el candidato del peronismo impuesto sobre Wado de Pedro, el fenómeno Milei se erige como un Tsunami que pretende barrer con todo lo anterior para venir a fundar una nueva república; para cambiar radicalmente las cosas.
Habrá mucha gente que lo votará porque cree en él, pero hay muchísima más gente (que no cree en él, que piensa inseguramente que es un alocado) que lo va a votar para desterrar de plano la idea de una continuidad del peronismo, que ha robado tiempo y dinero a los argentinos. Milei se erige imponente, y la sociedad le va a dar su confianza absoluta sin considerar cuales pueden ser las consecuencias de un gobierno manejado por alguien que se auto titula anarquista.
Un sector de la Argentina despertó al saurio incontrolable, veremos ahora si la bestia tiene autocontrol y si sirve para cambiar los destinos de esta maltrecha sociedad…
